¿Cómo facilitar la sucesión directiva en la tercera edad?

Se trata de encontrar «sentido» o satisfacción en la nueva etapa de la vida personal, familiar y empresarial.

Cuanto más nos acercamos a la tercera edad, más actualizamos el pasado. El retorno al origen nos conecta de un modo mágico con la necesidad de perpetuarnos y la necesidad de ‘curarnos’ de la vejez o del tiempo. Hay que regresar al tiempo inicial para restablecer la salud, diría Freud (o el psicoanálisis), pues en la medida que el pasado se ‘olvida’, se le equipara a la muerte.

Algunos directores de empresas viven como en un eterno presente dentro del negocio. Alli encuentran pasión, acción y sentido a las horas, los dias, los años y la vida misma. Sobre todo después de treinta, cuarenta o mas años

Desde esta mirada es comprensible que un fundador se resista a dejar el ‘trono’ si no descubre un proyecto sustituto. Es decir, un futuro con significado. Eso significa abrir una página que dé origen a una etapa nueva, a pesar de entrar en la tercera edad. La planificación de la sucesión en la familia empresaria debe considerar un proyecto ‘del’ y ‘para’ el que va a ser sucedido. Esto es necesario para que el sucedible  encuentre un valor vital al ceder su espacio de poder y de sentido, como es la empresa.

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